
Taherí, que fue detenido en Estados Unidos por violar las sanciones a Irán, dijo a su llegada que los cargos en su contra eran "falsos e injustos" ya que estaba ayudando a investigadores iraníes a desarrollar una vacuna contra el cáncer, informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
"Estaba ayudando a un grupo de la Universidad de Teherán a fabricar una vacuna contra un virus que causa cáncer en humanos, especialmente en mujeres", declaró Taheri y agradeció al Gobierno y al Ministerio de Exteriores iraní sus esfuerzos para lograr su liberación.
"Conocí a investigadores en este campo y quería ayudar a mis compatriotas y otros seres humanos como médico, cuyo deber profesional, moral y nacional es ayudar a los demás", subrayó Taherí.
El viceministro de Exteriores iraní para temas consulares de los iraníes, Hosein Yaberí Ansarí, reiteró durante el recibimiento de Taheri que el Gobierno y el Ministerio de Exteriores se esfuerzan para poner fin a los casos de ciudadanos iraníes que están acusados en Estados Unidos.
El veterano de la Armada estadounidense Michael White, que fue liberado la semana pasada, había sido condenado a diez años de cárcel por insultar al líder supremo iraní, Alí Jameneí, entre otros cargos.
lrán y Estados Unidos ya realizaron un intercambio de presos el pasado diciembre con la respectiva liberación del investigador estadounidense Xiyue Wang, arrestado en 2016 por espionaje, y el científico iraní Masud Soleimaní, detenido en 2018 por intentar exportar material biológico a Irán.
La tensión entre Teherán y Washington aumentó desde que en 2018 Estados Unidos abandonó el acuerdo nuclear con Irán e impuso sanciones al país persa, y en el último año se ha agravado hasta acercarse al conflicto directo.
La mayoría de los iraníes detenidos en Estados Unidos o en otros países occidentales están acusados de violar las sanciones impuestas por Washington contra Teherán.
Irán mantiene encarcelados a decenas de extranjeros o iraníes con doble nacionalidad a los que acusa principalmente de espionaje y usa como presión contra sus países de origen. EFE