
El interés del gobierno por percibir más ingresos por servicios e impuestos —que esta semana multiplicó por 30 la unidad para cobrar los tributos— va en contravía a las políticas de incentivos fiscales que han empezado a aplicar países como Colombia o Estados Unidos para aliviar las pérdidas económicas que trajo la pandemia del coronavirus.
En la semana, dos organizaciones empresariales pidieron al gobierno prórrogas para el pago de impuestos, entre otros incentivos fiscales, pero aún no hay respuesta a las solicitudes.
“El aseo llegó en 6 millones de bolívares y no puedo pagar eso”, dijo un pequeño comerciante que lleva 15 años vendiendo quesos en una zona del este de la ciudad y bajo la cuarentena nacional tiene problemas para surtirse y colocar su mercancía.
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