
La estrategia, que no entraría en conflicto con las sanciones mientras los ingresos por venta se destinen al pago de deudas pendientes, podría ayudar a Venezuela a superar obstáculos para producir y exportar su petróleo, según tres fuentes de empresas mixtas.
Las exportaciones de petróleo venezolano cayeron un 32% en 2019 luego de que el gobierno del Presidente Donald Trump bloqueó las importaciones por parte firmas estadounidenses y las transacciones en dólares. Estados Unidos también presionó a clientes de PDVSA en India y China para que detuvieran las compras directas, lo que llevó a la estatal al uso de intermediarios.
La estrategia de la estatal venezolana se pondrá nuevamente a prueba este mes. Un cargamento de 1 millón de barriles de crudo mejorado asignado a Chevron está programado para ser despachado desde el puerto petrolero de Jose. Y un cargamento de 670.000 barriles de crudos Boscán y Tía Juana asignado a la petrolera venezolana Suelopetrol zarpó a principios de enero, según documentos internos de PDVSA vistos por Reuters.
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