Mensaje
por Otrolo Comas » 23 Abr 2019, 16:21
El amigo Juan Guaidó está argumentando el típico cliché de los socialistas/comunistas: lo de mis oponentes no es socialismo real. Yo si puedo hacer que funcione el socialismo.
Juan Guaidó pasó de presidente (E) de Venezuela, a candidato presidencial. ¿Quién es el Luís Miquilena de Guaidó? Porque lo están vendiendo desde ya como un presidente electo, y esto es un error, pues su función es llevar a cabo la salida del régimen por cualquier medio legal, sea pacífico o armado, y en el segundo caso, ya sea con las FAN o con una coalición internacional.
Algunos puntos a considerar:
- Al contrario de lo que expresa Guaidó, sí ha habido exceso de justicia social. Parte de ello lo pueden ver en prebendas, bonos, cajas CLAP y hasta impunidad, sin exigir nada a cambio, bajo la excusa de que son "clases excluidas". Por supuesto, siempre pagado con dinero producido por los que sí producen bienes y servicios, la llamada "clase explotadora".
- Lo de conservar los puestos de trabajo de los empleados públicos... lo correcto debería ser disminuir esa "fuerza laboral", la cual está demasiado abultada. Y muchos de esos empleados están allí como única opción para obtener un ingreso, pues la mediocridad les impide obtener empleo en el sector privado. En algún momento habrá que depurar el sistema público hasta lograr disminuirlo; incentivar a los eficientes para obtener una mejor gestión pública, y desincentivar a los mediocres para que estos prefieran tratar de obtener empleo en el sector privado. Este punto nos lleva al siguiente...
- Olvidar la patraña del socialismo, e implementear la defensa de la propiedad privada y el libre mercado (eliminando rápida y progresivamente los subsidios). Esto tenderá a hacer crecer al sector productivo y comercial privados lo que, a su vez, atraerá mano de obra y personal empleado (incluyendo a muchos desincentivados del sector público).
- Lo de las marchas constantes, pero sin objetivos tangibles, puede empezar a cansar a los ciudadanos. No olvidemos que de las juventudes que protestaron durante al menos tres años seguidos, muchos han emigrado al no ver un futuro a cercano o a mediano plazo. Los que quedamos somos, entre otros motivos, los que no nos hemos podido ir, o los que tenemos mucho que perder en algún aspecto.
- Si se da, se da; pero no debe contar con el "quiebre militar".
- Lo que suceda, o deje de suceder, en Venezuela desde una coalición internacional, será a pesar de los venezolanos y sus políticos, y no gracias a los venezolanos.
Hay que reconocerle méritos a Juan Guaidó, pero no debemos convertirlo en otro dios omnipotente. Sí ha logrado avanzar en muchos puntos, y ha logrado que se vea internacionalmente al régimen como lo que es: una red delictiva trasnacional con el control de un país. Pero también tiene que tomar en cuenta que su tiempo en esa posición es limitado, y no debe abusar de la paciencia tanto de los venezolanos, como de los entes internacionales que sí tienen intenciones de ayudar.