Gasoil

Opinión | febrero 24, 2021 | 6:18 am.

«Venezuela es como un cuero seco: lo pisan por un lado y se levanta por el otro», así lo dijo atinadamente Antonio Guzmán Blanco, pues aquí cuando nos pela en chingo nos agarra el sin nariz.

Pareciera que el suministro de gasolina se está normalizando, por lo menos en varios puntos del país. Sin embargo empieza a agudizarse la escasez de gasoil, lo cual es sumamente preocupante ya que éste posee una repercusión directa en el tema de transporte público y trasportación de alimentos.

Sin el diésel no trabajan las gandolas que trasladan los alimentos de las zonas agrícolas a las urbanas, sin el diésel no hay posibilidades que los autobuses presten sus servicios, empeorando aún más la difícil situación económica de Venezuela.

De acuerdo con algunos reportes, ya el pasado 23 de enero del 2021 la escasez de gasoil era superior al 40% de los requeridos para sostener la movilidad del transporte público y de alimentos; sin embargo la cosa se empeoró en los siguientes días.

En la actualidad – esto es una estimación propia – la crisis de gasoil debe rondar el 60%, lo que es alarmante en medio de un país que está sumergido en una complicada emergencia de toda índole, desde el económico hasta el social.

¿A qué se debe esto? Debido a que Pdvsa desde hace mucho tiempo dejó de ser autosustentable, el Estado ha tenido la necesidad de comprar el combustible que antes se producido en la nación. Por ende, la inoperatividad en la industria petrolera es el origen de estos males nacionales.

Y, como leía hace unos días, la frase de un productor que decía: «Sin diésel no hay agricultura y sin agricultura no hay comida», lo que se nos viene encima es la agudización de la crisis de abastecimiento, es decir, incentivo para que retorne la especulación en los alimentos y se siga disparando la inflación.

ES menester recordar que la escasa oferta de diésel se empeora a menos de un año después de que se agravara la escasez de gasolina, que afectó el traslado de algunas mercancías, pero principalmente a los conductores particulares, ya no estábamos hablando que sin gasolina no se trasladas las personas individualmente, ahora estamos hablando de la parálisis en el aspecto alimentario, y colectivo. Un caos.

Todo esto nos certifica que los efectos de una escasez de gasoil son mucho más perniciosos que los de la gasolina. Afecta todas las operaciones de los sectores agrícola, ganadero, manufacturero, distribución, además de las plantas eléctricas instaladas por empresas, comercios, clínicas y hospitales por el colapso del sistema eléctrico nacional y las centrales termoeléctricas.

¡Se tenía que decir y se dijo!