El socialismo del siglo XXI: utopía regresiva

Opinión | octubre 2, 2020 | 6:24 am.

El pensamiento utópico presenta objetivos, rasgos, elementos e incluso, para algunos, símbolos propios y específicos. En lo concerniente a algunos de sus objetivos y características, es posible distinguir los siguientes, de acuerdo con diferentes enfoques y perspectivas:

• Persigue una toma de conciencia de la divergencia que separa los dos sentidos de la palabra Progreso: a la vez camino que lleva hacia la ciudad justa y desarrollo del hombre por medio de las técnicas de la materia.

• Propicia la certidumbre del reinado del hombre.

• Acepta y defiende la igualdad de los seres humanos.

• Promueve un mejor futuro para la sociedad.

• Describe usualmente una ciudad, una isla, una república caracterizada por su perfección y absoluta justicia.

• Crítica en forma de sátira o ridiculización al antiguo orden social.

En lo referente a los temas propios de la utopía podemos identificar los siguientes:

• El acceso a la utopía es un viaje o un sueño.

• La geografía de la utopía implica aislamiento, situaciones ambiguas o imprecisas.

• La topografía de la utopía es siempre amurallada, subrayando el aislamiento, la insularidad.

• La búsqueda permanente de la pureza, la honestidad, la transparencia.

• El tiempo de la utopía es el pasado, la nostalgia de perdidas glorias.

En cuanto a los símbolos del pensamiento utópico, los investigadores y estudiosos del tema han identificado los siguientes:

• El trabajo humano como factor de transformación de la sociedad.

• La preeminencia de una visión agrarista, la valorización del trabajo rural, del campesino.

• El ahorro, expresado en la necesidad de contar con graneros, despensas colectivas, silos o almacenes.

• El comunismo o comunitarismo, la importancia de la comuna en relación con la propiedad de los bienes o de los factores o medios de producción, en especial la tierra.

• El énfasis en la desigualdad entre los hombres.

• La emergencia de una doctrina o ciencia oficial que se transforma en verdad absoluta, preconizada y defendida por príncipes y sabios.

• La vestimenta de los correligionarios utópicos es similar, expresa identidad y diferencia a la vez.

Cualquier parecido con la utopía represiva : el Socialismo del siglo XXI no es mera coincidencia roja – rojita.