¿El fin de la historia?

Opinión | abril 22, 2020 | 6:26 am.

El Covid-19 ha derivado en una emboscada para la humanidad. Este 2020 se asomaba de lo más normalito para las economías del orbe. Con tasas de crecimiento positivas incluso para América Latina, convertida en la cenicienta del intercambio comercial del orbe.


La historia humana es caprichosa y le han vaticinado su final en diversas situaciones. Con la pandemia han surgido gurús de todo género, ante la razonable incertidumbre que aflora en los cinco continentes. La verdad es que humanidad ha sobrevivido a catástrofes mayores, sobre todo en el siglo XX, el más mortífero en el exterminio del género humano.

Hará un siglo que finalizó la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial (1914-1918) con un saldo lamentable de 30 millones de víctimas entre civiles y militares, para sufrir a partir de 1918 una de las pandemias más letales con indicadores de 40 millones de muertos. Como dijera un poeta peninsular, “nunca antes murieron tantos en tan poco tiempo”. Para luego, no conformes con tantas tragedias, la humanidad se vio enfrascada en otra guerra, la desatada por un orate quien creía imponer el Reich de un milenio, conflicto que le ocasionó al género humano 60 millones de víctimas, entre ellas 6 millones de judíos en el Holocausto.

Podemos ver que el Homo Sapiens ha logrado lo inalcanzable en materia de genocidios de la especie humana. Esto sin incluir las guerras locales, civiles y regionales que a lo largo de la centuria pasada azotaron todos los escondrijos del planeta.

Incluso un visionario Francis Fukuyama en 1992 escribió su obra El Fin de la Historia y el Último Hombre, donde esta se interpreta como el fin de las guerras y las revoluciones sangrientas, al superarse la lucha de las ideologías con el triunfo de la democracia liberal tras al término de la Guerra Fría. Estimación que tuvo un resultado parcial ante el orden económico mundial que surgió a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, con el surgimiento de China como nueva potencia mundial.

A pesar de los tropezones, peripecias y errores del liderazgo político universal, la humanidad logró sobreponerse a un espinoso siglo XX, que al mismo tiempo le permitió abordar el siglo XXI en el contexto de la globalización y del fortalecimiento de valores democráticos universales, liderados por los países y gobiernos del G-20

Nadie imaginaba que los nuevos retos que sacuden al planeta vendrían por eventos no bélicos. Por una pandemia que desnudó las carencias de las economías más poderosas del mundo. Más preocupadas por el comercio que por el ser humano. Lo que ha puesto en entredicho las futurologías del siglo XX que predecían lo que sucedería en el 2025 o el 2050. Hoy éstas han naufragado ante la cruda realidad que estremece a los cinco continentes.

El coronavirus ha provocado un éxodo universal inédito, como bien señala Le Monde, al invertir los movimientos migratorios continentales desde las grandes metrópolis hacia los países de origen. Más de 500.000 europeos han sido repatriados a sus países, como también el éxodo de los citadinos a las comunidades rurales. En China 200.000 estudiantes han retornado del extranjero. En Francia, 1.700.000 de personas han regresado de las grandes ciudades a sus regiones. En resumen un 17% ha abandonado París. En la India de 50 millones a 100 millones de trabajadores inmigrantes han atravesado el subcontinente, y en la región andina ha determinado el retorno de más de 40.000 venezolanos quienes prefieren regresar a su patria en ruinas que morir victimas del Covid-19 lejos de su hogar.

Como plantea el filósofo Edgar Morin,de 99 años, esta crisis debería abrir nuestra forma de pensar. Revisar nuestros modos de vida siempre ubicados en el cortoplacismo, sin ver más allá del horizonte del nuevo mundo que vivimos hoy.

La pandemia que ha paralizado al planeta será superada. Para ello se requiere la más amplia unidad de los gobiernos, actores políticos, económicos y sociales, de gobernantes ponderados, que observen al mundo y a los seres humanos más allá de las ideologías en pro del nuevo mundo que se debe reconstruir. Tema que abordaremos en la próxima entrega.

Movimiento Laborista