General, a Barráez: Ley de la FANB mató todo vestigio de profesionalización

Política | enero 30, 2020 | 11:10 am | .

Un estudioso general del Ejército, consideró que la ley de la FANB aprobada ayer por la ANC chavista, convirtió a la institución en una Fuerza Armada Revolucionaria, que le dio muerte en definitiva a todo lo que restaba de la profesión castrense, hoy adoctrinada al chavismo y el bolivarianismo. Así lo señaló la periodista Sebastiana Barráez, quien no divulgó el nombre del funcionario por razones obvias.

«Existen tres tipos de fuerzas armadas: las profesionales, las pretorianas y las revolucionarias. Con esta Ley se está consolidando la Fuerza Armada Revolucionaria, dando muerte en definitiva a todo vestigio que restaba de profesión”, señaló.

Señala como “los grandes responsables militares al general en jefe Vladimir Padrino, como representante de Nicolás Maduro, y los generales integrantes de la promoción 1987, como representantes de Diosdado Cabello”.

A su juicio, con la reforma a la Ley “han terminado de sepultar el ya maltrecho sistema de previsión social de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, olvidándose que todo militar activo que dedica los mejores años de su vida al servicio, al pasar a retiro requiere la asistencia de ese sistema. Por supuesto, a los responsables no les importa, pues gozan de enormes beneficios y réditos que les permitirán nunca usar el sistema de seguridad social de la FANB”.

Dice que es menester tener presente que “el proyecto neocomunista impone contar con una Fuerza Armada que está alineada políticamente con el proyecto político, no con el país, ni con los intereses del Estado y eso se aprecia claramente cuando tenemos un gobierno que actúa de espaldas al texto constitucional”.

“Es demasiado evidente que la Milicia es la base de apoyo popular del régimen, que necesita tener su ejército particular y no le importa sacrificar a quienes han hecho de la carrera militar su profesión o su forma de vivir. Así como no les importó sacrificar a los médicos, ni a los maestros ni a los profesores universitarios, a los jueces ni a la banca. Es un paso más en la destrucción de la institucionalidad”.

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