El Frente Polisario amenaza a periodistas

Opinión | diciembre 16, 2019 | 6:02 am.

Aunque he sido amenazado por un dirigente del Frente Polisario de Chile, ellos tendrán que comerse sus palabras pues yo seguiré abogando y apoyando a los saharauis marroquíes y denunciando a los terroristas del Polisario quienes no solo cometen ilícitos y violaciones a los Derechos Humanos no solamente en el TINDUF sino que también en Argelia, Mauritania y Túnez aliados de grupos integristas de esos países. Argelia, país en el cual los cambios están surgiendo con cierta rapidez, ya está perdiendo la paciencia con sus dirigentes truhanes del Polisario.

Esta gente del Polisario está infiltrada en todas partes. Lamentablemente lo han hecho en el Centro de Estudios del Magreb Para Las Américas, lo cual denuncié a su presidente Juan Carlos Moraga D., quien al parecer no lo cree. En fin, es parte del problema de credibilidades pues muchas veces se cree más en una falsa amistad que en una real.

Los miembros del Frente Polisario se dan el lujo de amenazar en lugar de discutir y de dialogar. “El proceso de paz de la ONU en el Sáhara Occidental se encuentra en una coyuntura crítica y el Frente Polisario no tiene otra opción que reconsiderar su participación en el proceso”. La Misión de las Naciones Unidas Para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) tiene bastante clara la posición marroquí referente al Sahara Occidental, los Polisario deben aceptar de una vez por todas la paz y la integración del Sahara Occidental a Marruecos.

El plan de arreglo, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU, establece un período de transición para preparar la celebración de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara Occidental eligiera entre la independencia y la integración con Marruecos. Por razones inentendibles el Polisario se ha opuesto a ello así como se opone a la proposición de Mohamed VI de darles una autonomía a los saharauis.

Quienes hemos visitado el Sahara Occidental y hemos participado con los ciudadanos de las distintas ciudades y regiones, hemos visto como la población saharaui no quiere separarse del reino de Marruecos y de cómo respetan a Mohamed VI a quien llaman el Rey de los Pobres. Todas las personas con quienes conversamos, tanto en la calle como en los hoteles, y en algunos centros de turismo, ferias comerciales, organizamos de DDHH nos plantearon que ellos estaban por ser marroquíes. Los avances económicos y educacionales son los grandes incentivos que benefician a la población. Allí impera un sistema socialista democrático que a plena vista demuestra en las calles y pueblos de la región la alegría de un pueblo que sólo quiere la paz.

El rey de Marruecos, Mohamed VI, en febrero de 2017 tuvo que solicitarle al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que interpusiera sus buenos oficios para terminar con “la grave situación” que se vive en la región de Guerguerat, el último puesto fronterizo que controla Marruecos en el Sáhara Occidental, en la frontera con Mauritania. Mohamed VI se quejó sobre la “incursiones repetidas de elementos armados del Polisario” y de sus “actos de provocación”. La política del Polisario, no solamente en el Magreb ha sido la de crear propaganda continua, peligrosa y mentirosa, al mejor estilo del III Reich de Hitler con el fin de confundir al mundo.

Si lo anterior no les resulta se dedican a desprestigiar a las personas que no están de acuerdo con ellos y a amenazarlas en su integridad política, social, económica y hasta judicial, para lo cual en ciertos países, inventan querellas que luego deben ser desestimadas por los tribunales pero creándole problemas de todo tipo a quienes que ello acusan.

Recuerdo cuando en 2017 en un importante Hotel de Bogotá, durante una asamblea en la cual representantes de docenas de sindicatos americanos creaban junto al Centro Chileno de Estudios del Magreb al Centro de Estudios del Magreb Para las Américas, los representantes del Polisario trataron de impedir la creación de dicho Centro en forma violenta, siendo expulsados por más de un centenar de dirigentes allí presentes.

En Chile, además de tener a varios miembros del Partido Comunista, a un Senador del MAS, Alejandro Navarro, cuentan con un supuesto diplomático Mohamed Masaud, no reconocido por la autoridades chilenas, quien continuamente usa como medio de comunicación varios periódicos on-line además de la Radio Universidad de Chile, en la cual son generalmente invitados por Pablo Jofre Leal. La propaganda del Polisario es muy activa y realmente usan varios millones de dólares en ella, dinero que reciben del Presidente Maduro de Venezuela, hasta hace poco de Evo Morales de Bolivia, de sectores españoles y de otras entidades. Esteban Silva miembro de la Mesa de Unidad Social de la cual se dijo habría sido marginado, es otro de los dirigentes chilenos que trabaja para ellos y es asesor de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores controlada por el Partido Comunista.

Hace poco, el Premio Nobel Alternativo de DDHH fue otorgado a Aminetu Haidar, personaje que ha avalado torturas y persecuciones del Polisario en los campamentos de Argelia. Ella fue avalada por parte del parlamento sueco y al parecer los liberales suecos no estudiaron bien los antecedentes de dicha persona. Los miembros del cada día más disminuido Polisario se las ingenian para penetrar instituciones y lograr propagar algunas obtusas ideas, las cuales una vez confrontadas son demostradas ser contrarias a la democracia. No en vano son apoyados, al menos en Sudamérica, por casi todas las dictaduras aunque ya fueron expulsados desde Bolivia y Ecuador países que volvieron a la democracia.

En Chile están participando en las protestas legítimas del pueblo chileno pero no lo pueden hacer públicamente aunque amparados por el Partido Comunista quieren infiltrarse en la Asamblea Constituyente que será a partir de abril de 2020 si es votada por el pueblo chileno. Están actuando en contra del legítimo gobierno de Colombia y al parecer no han podido debilitarlo. La cuestión es que ellos siguen amenazando a periodistas que no están con sus ideas no aceptando ningún tipo de debate.

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